

CLÁUSULAS ABUSIVAS
La protección de los consumidores está regulada por diversas leyes y normativas. Las cláusulas abusivas en contratos de consumo están especialmente abordadas en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, que incorpora directivas de la Unión Europea sobre derechos del consumidor.
Las cláusulas abusivas más comunes en contratos de consumo (y por las que podemos reclamar) son éstas:
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Cláusulas abusivas en contratos hipotecarios: entre estas cláusulas están la que impone los gastos de la hipoteca al cliente o la cláusula suelo. Es también muy habitual encontrar en las escrituras de préstamos hipotecarios una cláusula que establece unos intereses de demora abusivos o la que impone una comisión por reclamación de cuota impagada.
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Cláusulas de vencimiento anticipado: en préstamos y contratos financieros, las cláusulas que permiten a la entidad financiera dar por vencido el contrato en caso de impago, sin necesidad de esperar a que se acumulen varias cuotas impagadas, pueden considerarse abusivas.
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Cláusulas de redondeo al alza en tasas de interés: en algunos contratos de préstamos, se han identificado cláusulas que redondean las tasas de interés al alza, lo cual puede perjudicar a los consumidores.
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Cláusulas de penalización excesiva: imponen una disposición en un contrato que establece una sanción económica o una multa desproporcionadamente alta en caso de incumplimiento por parte del consumidor.
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Cláusulas de renuncia a derechos legales: las cláusulas que impiden o dificultan el ejercicio de derechos legales por parte de los consumidores pueden ser consideradas abusivas.
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Cláusulas que dificultan el ejercicio del derecho de desistimiento: la ley establece el derecho de desistimiento en ciertos contratos de consumo, y cláusulas que dificulten este derecho pueden ser consideradas abusivas.
